Análisis de las características del Samsung Galaxy A5 (2017)
Este nuevo teléfono reemplaza al Galaxy A5 (2016), el cual generó muy buenas sensaciones entre la prensa especializada. Ofrece prestaciones mejoradas, certificación IP68 frente a polvo y agua y un diseño renovado e inspirado en los últimos teléfonos de gama alta de la compañía surcoreana. Un pack que se comercializará por 429 euros —aunque caerá en picado con el transcurso de los meses.
El Galaxy A5 (2017) incorpora un SoC Exynos 7880, con una CPU de ocho núcleos A53 a 1.9 GHz y 3 GB de memoria RAM. En tests sintéticos como Geekbench 4 la mejora respecto al modelo anterior es notable: 769 puntos en la modalidad single-core y 4.028 puntos en la modalidad multi-core. El modelo anterior alcanzaba 632 puntos en la modalidad single-core y 3.123 puntos en la modalidad multi-core.
En la mano, el teléfono produce unas sensaciones similares al Galaxy S7 —la versión estándar—. La zona trasera, ligeramente curva en los laterales, es un acierto que contribuye a la comodidad y la facilidad de uso. Los marcos de metal, la construcción en cristal y la rigidez de los botones, asimismo, elevan el status de este teléfono.
Pero no solo está bien construido; también es atractivo. La inspiración tomada del Galaxy S7 le sienta bien y convierte al A5 (2017) en un teléfono muy llamativo —especialmente dentro su gama—. El abuso del policarbonato y la flexibilidad que caracterizaba a Samsung hace años ya es inexistente incluso en sus gamas medias. Y eso es una noticia maravillosa.
La cámara del teléfono, pese a la pérdida de estabilización óptica respecto al modelo anterior, genera unas imágenes coloridas, nítidas y con unos niveles de ruido relativamente bajos. No alcanza los resultados de teléfonos como el Galaxy S7, pero mejora lo que su predecesor ya era capaz de producir. Y además lo hace con más resolución: 16 megapixeles.
El A5 (2017) estrena resistencia a polvo y agua, una característica impropia en un teléfono de su gama. La certificación obtenida es IP68, lo que asegura que el terminal puede ser sumergido hasta un metro de profundidad durante 30 minutos sin ningún tipo de incidente.
En el interior del teléfono se encuentra una batería de 3.000 mAh de capacidad, capaz de ofrecer una autonomía excelente. A ello contribuye la eficiencia energética del SoC Exynos 7880 y la pantalla Super AMOLED que Samsung ha montado en el A5 (2017). Además, hereda el sistema Adaptive Fast Charging, que reduce los tiempos de carga notablemente.
También hereda la tecnología Super AMOLED para su pantalla, que llega en formato de 5,2 pulgadas y resolución Full HD. A grandes rasgos, la imagen es nítida, los colores son vivos y el contraste es excelente. Lo único que Samsung ha dejado en el tintero es la visibilidad en exteriores, que, sin llegar a ser terrible, tiene un amplio margen de mejora.
El problema con el A5 (2017) es el precio. Por cantidades muy próximas a los 429 euros que Samsung reclama por este teléfono es posible encontrar productos como el OnePlus 3T o el Honor 8, con algunas prestaciones superiores. Y por algo más de dinero es posible adquirir en algunos distribuidores el Galaxy S7, teléfono estrella de Samsung durante 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario